lunes, 8 de diciembre de 2008

LA NAVE DE LUZ


LA NAVE DE LUZ
SIXTO PAZ WELLS

“¿Qué tan lejos puede llegar un ser humano en la vida?
Tan lejos como su imaginación, creatividad y voluntad se lo permitan.
¿Y si quiere proyectarse más allá de ésta vida?
Dependerá entonces de su capacidad de volar.
Pero, ¿es que acaso un hombre puede volar?
Te elevas por encima de la condición humana cuando amas, Entonces vuelas…”

Este ejercicio consiste en crear mentalmente dos pirámides de luz violeta, a manera de dos grandes cristales piramidales de base triangular, que nos habrán de envolver, conformando primero una estructura romboidal, para luego integrarse en una estrella de múltiples puntas, que a su vez se transformará en una nave de luz que nos conducirá hacia el umbral del Real Tiempo del Universo.

Nos ponemos de pie con los talones juntos, y ubicamos los brazos por encima de la cabeza. Dejamos que los párpados se cierren por sí solos, y tomamos a continuación una respiración lenta y profunda, retenemos y al exhalar visualizamos como desciende del cosmos una energía maravillosa de luz violeta, procedente del Sol Central de la Galaxia. Es la energía de la transmutación, del cambio, de la mística y de la fe. Esa energía desciende a través de nuestros dedos, manos y brazos, al igual que por nuestra coronilla, y va envolviendo la parte superior de nuestro cuerpo.

Tomamos una segunda inhalación…Retenemos, y al exhalar visualizamos como esa energía de luz violeta que desciende sobre nosotros va adquiriendo la forma de una pirámide de luz violeta, de base triangular que va cubriendo la parte superior de nuestro cuerpo, quedando su base a la altura de nuestra cintura.

Inhalamos por tercera vez…Retenemos…Y al exhalar va a quedar consolidada esta pirámide de luz violeta que contiene la parte superior de nuestro cuerpo. Vamos relajando los brazos en arco, ubicándolos hacia abajo, a los lados del cuerpo.

A continuación vamos tomar tres nuevas inhalaciones lentas y profundas. Inhalamos…Retenemos…Y al exhalar visualizamos, cómo de la tierra misma va brotando la energía de la luz violeta. Es toda la energía que la Madre Tierra ha recibido del Sol Central, y que ahora la comparte con nosotros. Esa energía va subiendo por nuestros pies y nuestras piernas, envolviendo la parte inferior de nuestro cuerpo.

Tomamos una nueva inhalación…Retenemos…Y al exhalar visualizamos que la energía de la luz violeta va brotando de la tierra en forma de una pirámide invertida, con la base hacia arriba y la punta hacia abajo, cubriendo la parte inferior de nuestro cuerpo.

Inhalamos por tercera vez…Retenemos…Y exhalamos consolidando ésta pirámide invertida de base triangular de luz violeta, que se va uniendo por su base con la pirámide anterior, de tal manera que vamos quedando dentro de una estructura romboidal.

Ahora ponemos nuestras manos a la altura del plexo solar, con los dedos formando un triángulo. Tomamos una nueva inhalación…Retenemos y al exhalar visualizaremos cómo ambas pirámides se compenetran, dejándonos a nosotros en su interior.

Un nueva inhalación…Retenemos…Y al exhalar haremos que la pirámide superior empiece a girar de derecha a izquierda a gran velocidad.

Inhalamos nuevamente…Retenemos…Y al exhalar visualizamos cómo la pirámide inferior también empieza a girar, pero en sentido inverso, de izquierda hacia derecha, también a gran velocidad. Colocamos ahora los brazos flexionados con las palmas hacia arriba.Y visualizamos que nos iremos elevando en ésta nave de luz violeta por encima de éste lugar, de ésta ciudad, de éste país, de éste continente, por encima del planeta pudiéndolo visualizar desde el espacio . Y desde allí nos proyectaremos al cosmos a la velocidad del pensamiento, de tal manera que veremos cómo la Luna va quedando a un lado nuestro, mientras nosotros avanzamos. Nos vamos acercando al planeta rojo, Marte, al cual también superamos dejándolo de lado, y cada vez más rápidamente nos dirigimos hacia Júpiter, el planeta más grande del sistema solar. Para ello pasamos por en medio del cinturón de asteroides, que son los restos de un planeta que alguna vez existió entre Marte y Júpiter. Vamos acercándonos a Júpiter, y ya divisamos delante nuestro la presencia de sus lunas: Ganímedes, Io, Calixto, Europa, Amaltea, entre otras. Y vamos a ubicar entre las lunas la presencia de un portal galáctico, una puerta de conexión con el Real Tiempo del Universo.

Una vez que ubicamos dicho portal, tomamos tres nuevas inhalaciones lentas y profundas. Inhalamos…Retenemos…Y al exhalar visualizamos que las energías del universo van siendo absorbidas por cada una de las puntas en movimiento de la estrella de luz violeta que nos envuelve. De tal manera que en nuestro interior se va formando una esfera de luz, blanca brillante, donde todas las energías se sintetizan. Colocamos nuestras manos con las palmas hacia delante, a la altura del plexo solar, inhalamos nuevamente…Retenemos…Y al exhalar visualizamos que la esfera de luz sale de nuestro cuerpo, y se deposita entre ambas palmas como si fuera una hermosa perla de gran tamaño.

Tomamos una nueva inhalación…Retenemos…Y al exhalar sentimos nuevas y muy poderosas energías que son absorbidas por nosotros a través de nuestra nave de luz, y que se reflejan y concentran en la esfera, haciéndola más grande y luminosa.

Vamos a aprovechar en éste momento para proyectar en la esfera todo aquello que consideramos refleja, representa o sintetiza, lo mejor de la naturaleza humana. Vamos a impregnar la esfera de luz con formas mentales, con el poder de la palabra y del sentimiento, de tal manera que ella concentre todo lo más hermoso, importante y trascendental de la naturaleza humana, razones por demás válidas para que la humanidad continúe y prevalezca.

Podemos ir diciendo en voz baja o en voz alta todo aquello que consideramos expresa lo mejor del ser humano. Y lo decimos, sintiéndolo e imaginándolo.

¡El Amor!, la paz, la ternura, la amistad, el cariño, el perdón, la solidaridad,etc.
Sentimos como todo ello va haciendo más luminosa la esfera.

Tomamos todos una inhalación, lenta y profunda…Retenemos…Y al exhalar vamos a ir extendiendo las manos hacia delante, proyectando la esfera de luz hacia el portal galáctico, de tal manera que visualizamos que la esfera penetra e ingresa en el Real Tiempo del universo, como semilla de nueva era, semilla de esperanza. Y nos fijamos a continuación que es lo que ocurre…

(Después de unos minutos)…Vamos a ir flexionando los brazos, palmas de las manos a la altura de los hombros… Vamos a ir regresando por donde hemos venido. Volvemos todos a través del cosmos, a la velocidad del pensamiento. Iremos dejando detrás nuestro al planeta Júpiter y sus lunas. Vamos volviendo por el cinturón de asteroides, regresamos observando a la distancia el planeta rojo, el cual va pasando a un lado nuestro y va quedando atrás.

Seguimos volviendo y vamos llegando a la Luna. Ya logramos divisar a la distancia el planeta azul, la Tierra. Observamos como va pasando a nuestro lado la Luna con sus cráteres. Seguimos retornando y cada vez estamos más cerca de la Tierra. De un momento a otro estamos sobre nuestro mundo, podemos divisar sus continentes, sus océanos y vamos descendiendo sobre el planeta. Vamos descendiendo por entre las nubes sobre nuestro continente, sobre nuestra país, sobre la ciudad y vamos poco a poco, llegando al lugar de donde partimos.

Nos encontramos todos en el lugar desde donde iniciamos nuestro trabajo. Tomamos una respiración lenta y profunda, inhalamos…Retenemos…Y al exhalar, visualizamos como la pirámide de luz violeta que envuelve la parte superior del cuerpo comienza a detenerse, hasta que se queda completamente inmóvil. Tomamos una nueva inhalación…Retenemos…Y exhalamos, sintiendo y visualizando como la pirámide inferior también se va deteniendo, poco a poco hasta que queda totalmente quieta.

Elevamos ahora el brazo derecho por encima de la cabeza, dejando el brazo izquierdo suelto y hacia abajo. Tomamos una nueva inhalación…Retenemos…y al exhalar, visualizamos como aquella estructura en forma de estrella, comienza a desprenderse de nuestro cuerpo y va introduciéndose en la tierra, quedando sembrada en éste lugar, conectándose con todos los otros lugares en el mundo, donde se han hecho trabajos similares.

Cruzamos nuestras manos a la altura del pecho, tomamos una nueva inhalación…Retenemos…Y al exhalar vamos a abrir lentamente los ojos y quedamos todos en paz.

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